El CBD presenta un efecto cuanto menos interesante en lo que a la regulación del estado de vigilia se refiere, pues si bien en algunos estudios se presenta como una molécula capaz de inducir un estado de alerta, en otros casos se ha revelado como un eficiente regulador del sueño. El sistema endocannabinoide actuá como un sistema regulador del equilibrio.
El investigador S. Shannon, presentó el caso de una niña de 10 años con síndrome de estrés postraumático en la que el CBD consiguió mejorar la calidad del sueño allí donde otros medicamentos no fueron eficaces (Shannon S et al 2016).
En un estudio de 4 casos de pacientes de Parkinson con trastornos de sueño asociados, el CBD consiguió regular este trastorno en los 4 pacientes de una forma rápida y sin que apareciese ningún efecto secundario (Chagas MH et al, 2014).
Además, se ha demostrado que aquellos consumidores de cannabis que quieren mejorar sus problemas de sueño utilizan variedades con alto contenido en CBD, sobre todo aquellos que tienen disturbios de sueño relacionados con el aparecimiento de pesadillas durante el descanso nocturno (Belendiuk KA et al, 2015).
Es curioso observar como, a pesar de que el CBD no ha mostrado efectos secundarios cuando se administraron dosis elevadas a individuos saludables, muchos pacientes refieren que sienten algo de somnolencia cuando inician un tratamiento con CBD. Muy probablemente este fenómeno se explique por el efecto ansiolítico del CBD, que al disminuir el grado de ansiedad en los pacientes, facilite la predisposición del organismo a descansar y obtener un sueño reparador.
Dr. Javier Pedraza,
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
Consultor en tratamientos con cannabis y derivados